Fue la noche del ferrari

El otro día tuve la gran oportunidad de salir con un ferrari (el cómo lo conseguí es otra historia). El caso es que iba por el paseo de la castellana cuando unas chicas me empezaron a gritar. Al principio no las entendía pero lo que me pedían era si podían dar una vuelta. Se subieron las tres y subimos la música. Estábamos pasando un buen rato así que les dije que si querían seguir tenían que hacer algo por mí. Me empecé a enrollar con la que iba de copiloto y dije que las de detrás se tenían que besar también. Como prosigue la historia se lo dejo a vuestra imaginación. Solo os digo que esa noche no dormí... La solución para los problemas con las chicas es comprarse un ferrari.